Por LUIS CARRO, senderismoeuropa.com
En el próximo artículo os voy a describir mi último viaje, realizado en la pasada primavera al corazón de la Europa “desconocida”. Este es un viaje pensando para los amantes de la aventura y en especial para los amantes de la ornitología. El viaje duró 15 días y lo pasamos explorando una de las zonas más bonitas y con mayor diversidad de aves de Europa, en concreto descubrimos las costas Búlgaras del Mar Negro, entre las montañas de los Rodopes, las montañas de Vitosha y el sistema montañoso de los Balcanes centrales.
Antes de la realización del viaje, no podíamos imaginarnos que se pudieran contemplar tal cantidad de aves y de especies tan distintas en tan poco tiempo. La ornitología requiere de paciencia y dedicación pero en esta zona todo parece un poquito más sencillo. El resultado de este viaje es una grata sorpresa y la satisfacción de haber invertido con acierto 15 días de nuestras vacaciones en este interesante viaje.
Además de con ganas de contarlo, también vuelvo con una cámara repleta de fotos. Junto a estas lineas expongo algunas de ellas para ilustrar la información. Pero si queréis ver más fotos del viaje solo tenéis que pasaros por la sección blog de mi web, donde podrás ver todas las fotos. Advierto que no soy un profesional de la fotográfia, solo un mero aficionado a retratar mis viajes, por lo que os pido que seais benevolentes a la hora de juzgar el trabajo fotográfico.
Para que un viaje como este sea un éxito, es necesario contar con la ayuda de guías locales expertos en la materia que nos sepan llevar hasta los mejores rincones de Bulgaria para observar a las aves y hacer las mejores fotografías. Hubiera sido imposible llegar a los lugares que he visitado sin la ayuda de estos guías, desde aquí aprovecho para felicitar a nuestros guías Gergana Valerieva y Valeri Georgiev por su excelente trato y amabilidad.
Nuestro viajes ornitológico comienza en el macizo montañoso de los Rodopes, perteneciente a los Balcanes, en una hermosa zona al sur de Bulgaria, en la frontera con el país helénico. La zona oeste predomina en su paisaje las colinas redondeadas, cubiertas por bosques de pinos que solo se muestran ausentes en algunos valles y gargantas formados por alguno de sus numerosos ríos. Una de las gargantas más conocidas de esta zona es la del rio Trigrad por la que fué bautizada. En las gargantas de Trigrad podemos encontrar diversas especies de aves, como el Trepariscos o el Vencejo real, también podemos deleitarnos con el vuelo majestuoso del Halcón Peregrino, y también con el del llamado Avión roquero. Otras aves más pequeñas también encuentran su hogar en esta garganta, como son el Mirlo acuático europeo, la Lavandera cascadeña y la Lavandera Blanca.
La zona este del macizo de Rodopes, muestra un paisaje completamente distinto. Los picos elevados y escarpados, angostos y profundos acantilados y lomas cubiertas de roca y con poca vegetación.
En esta zona el ave reina es el Buitre Leonado. Existe una numerosa colonia habitando el cráter un volcán inactivo. También encontramos el Buitre negro, un poco más pequeño y menos numerosos que su hermano mayor. El Alimoche común también encuentra en esta zona su hogar. Pudimos también contemplar y fotografiar a la llamada Aguila imperial del Este (Aquila heliaca). También vimos a la Cigüeña Negra construyendo sus nidos en los acantilados. La Perdiz de Chucar, especie autoctona, permanecía vigilante en las laderas rocosas. Aunque no acertamos a verlo, el canto del Escribano hortelano (Emberiza hortulana) se oía por todas partes.
Otras aves que podemos encontrar en la parte búlgara de los Balcanes son el Vencejo pálido, la prima hermana de nuestra golondrina urbanita, la Golondrina daúrica, la Collalba rubia cuyo nombre científico evoca un origen ibérico de este animal (Oenanthe hispanica), el Zarcero pálido, el Carbonero sibilino, Escribano cabecinegro, la Curruca mirlona oriental.
Aprovechamos para hacer una visita al centro de Conservación de Buitres que existe en la zona. Allí nos explicaron la importancia de estos animales para el ecosistema y como la actividad humana ha ido haciendo mermar las poblaciones de buitres de la zona. Pese a todo, nada que ver con España, donde los buitres leonados se encuentran en grave peligro de extinción.
Tras visitar durante 3 días el macizo de Rodopes, nos dirigimos al sur bordeando la costa del mar negro, hasta llegar a las montañas de Strandza y Sakar. Nuestro objetivo en esta zona era poder tener una buena fotografía del Águila imperial oriental o Aguila Heliaca. En nuestra etapa anterior nos fué imposible de fotografiar, pese a que pudimos verla volar en la más absoluta lejanía. En esa zona esperabamos tener más suerte, ya que las mayores poblaciones se encuentran en esta zona. Otras especies que queríamos inmortalizar con nuestra cámara son el Gabilán negro, el Alcaudón núbico y el el Alcaudón común, todas grandes aves. Las montañas de Sakar se caracterizan por sus perfiles redondeados y sus amplios valles colonizados por las hierbas y pastos, y algunos grupos de árboles y arbustos dispersos. Algunas zonas de labranza completan el paisaje.
En el otro extremo paisajistico, tenemos las montañas de Strandzha, que se caracterizan por ser una cordillera plagada de picos altos y escarpados, laderas y cimas cubiertas por bosques de pinos que son el hogar de varias especies de águilas y otras especies de aves como el Abejaruco europeo. Pasaremos otros 3 días en esta zona de Bulgaria.
Dejamos atrás las montañas y nos acercamos a la costa del Mar Negro para explorar el sistema de lagos y marismas que rodean la ciudad de Burgas. Nuestro centro de operaciones lo montamos en un hotelito pequeño pero muy acogedor de la ciudad. Desde este hotel iniciaremos cada día nuestra aventura por los humedales, marismas y lagos. Esta zona se caracteriza por ser una de las zonas que más aves reune de toda europa. El principal atractivo de las marismas y humedales son las enormes bandadas de Pelícano ceñudo y Pelícano blanco. En esta ocasión tuvimos la suerte de poder hacer unas fotos excepcionales de estos animales. Aquí os muestro una de ellas. Si queréis ver más visitad mi página en el link que aparece al lado del nombre del autor en la parte superior de este artículo.
Otro de los atractivos son los lagos salinos de Pomorie y Atanassovko, cuyas aguas poco profundas permiten que todavía exista una pequeña industrial dedicada a la extracción de sal marina. Estas aguas salinas son importantes no solo para la población humana que todavía vive de sus sales, si no también para un importante número de especies de aves, que encuentran aquí el ecosistema perfecto para desarrollarse. En nuestro viaje pudimos ver la Cigüeña común, el Chorlitejo patinegro, el Archibebe fino, el Colibrí piquiancho, la Gaviota picofina, el Correlimos zarapitín la Gaviota cabecinegra, el Charrán patinegro y la Pagaza piconegra.
Tras varios días en los humedales y marismas seguimos viajando hacia el norte siguiendo la linea de costa. Nos encontramos con el extremo oriental del Parque Nacional más importante de Bulgaria, el Parque Nacional de los Balcanes Centrales. Predominan los bosques de robles y el peculiar bosque de la ribera del rio Kamchia. Nos detuvimos en esta zona a recomendación de nuestros guías. Pasamos un día explorando la ribera del Kamchia. Durante esta jornada pudimos fotografiar a la Cigüeña Negra, el Aguila pomerana , el Pito cano y Pico mediano y también al Papamoscas semicollarino.
Tras esta parada en el camino, seguimos hacia el norte por la ruta programada. Llegamos al Cabo Kaliakra donde pasariamos otros 3 días en sus mesetas y acantilados. Las vistas son totalmente recomendables y la variedad de aves es también importante. En las mesetas la vegetación ofrece cobijo varias especies, las más destacadas y que pudimos observar, Estornino rosado, la Collalba pía y varias especies de alaúdidos como la Calandria común y la Terrera común. En las zonas acantiladas la variedad es mayor, pudimos fotografiar el Alcarabán común, el Alcaudón chico, la Bisbita campestre y la Collalba isabelina. También pudimos fotografiar al Cormorán moñudo, el Búho real y el Ratonero moro.
Otra zona que debemos tener en cuenta en cualquier viaje ornitológico que realicemos por la zona, es la zona de los humedales y marismas de las poblaciones de Shabla y Durankulak importante zona de avistamiento de aves en la costa norte del Mar Negro. Nos encontramos cerca de la frontera con Rumania. En esta zona habitan más de ochenta especies de aves. Entre ellas, pudimos fotografiar al Carricero Agrícola, un ave de origen asiático muy difícil de ver en Europa, otras como el Aguilucho lagunero, la Canastera común, el Porrón pardo , el Cernícalo patirrojo y el Alcaudón chico. Podemos encontrar también Garza europea y Garceta común, y también al Cormorán pigmeo así como otras especies de aves migratorias.
En la última etapa de nuestro viaje ornitológico, visitamos el corazón del Parque Nacional de los Balcanes Centrales, en plena cordillera de los Balcanes y rodeados por la mayor masa boscosa de hayas de todo el continente europeo. Un paraiso para las aves y para todo tipo de fauna y flora. Existen especies de aves adaptadas a las distintas zonas climáticas que encontramos en el parque, donde las cordilleras deciden donde llueve y donde no y en que lugar luce más horas el sol. Donde las diferentes altitudes modelan tanto el paisaje inanimado como la flora y la fauna. Uno de los lugares de Europa que reúne más especies de pájaros carpinteros y búhos.
Llegamos a la zona por la tarde quedando ya pocas horas de luz, pero no pudimos aguantar las ganas de visitar aquellos centenarios bosques de hayas en busca de sus moradores alados. Tuvimos la suerte de poder fotografiar al Papamoscas papirrojo, al Pito dorsiblanco y al Pito negro. Aprovechamos la falta de luz para continuar con nuestra visita por el bosque en busca de aves nocturas como Carabo uralense.
Los días siguientes repetimos nuestros paseos por los parajes del parque nacional cámara en mano.
Finalmente, y antes de volver a la capital de Bulgaria, Sofía para iniciar nuestro regreso a España, exploramos los bosques de pinos del Parque Natural de Vitosha cercano a la capital, en esta ocasión queríamos fotografiar pájaros de montaña como el Cascanueces común, el Mirlo capiblanco, el Bisbita ribereño, el Reyezuelo listado, el Reyezuelo Campechano, el Piquituerto común, la Alondra cornuda, el Carbonero montano y el Acentor alpino.
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Relato de un viaje ornitológico por los Balcanes. |