diarios y relatos de viajes

China 2006, el despertar del gigante (I)

 

Autor: Sandro Alarcón

Website: www.abiertoporvacaciones.com

Fechas: 4 a 29 Sep. 2006

Parece ser que el “gigante dormido” ya se está despertando. China no tan solo se está abriendo al exterior, modernizando y “occidentalizando” a pasos agigantados, sino que desde Europa los nuevos vuelos directos nos acercan cada vez más a esta apasionante cultura milenaria, hasta el punto de que es hoy día uno de los destinos turísticos de moda.

Los itinerarios dentro de este país, veinte veces mayor que España, son infinitos. Nosotros hicimos un recorrido próximo a la costa este, desde Beijing hasta la provincia de Guangxi, y desde allí a Shanghai. Vimos parte de la China imperial, hicimos un crucero por el Yangtze y sus Tres Gargantas, cerca de Yangshuo navegamos el río Li rodeados de un paisaje cárstico increíble, descansamos en Ping’an rodeados de terrazas de arroz junto a las etnias zhuang y yao, y acabamos en la cosmopolita Shanghai bajo la sombra de sus más de cuatro mil rascacielos.

Un variado y sencillo viaje “de introducción” a un país que aún hoy sigue siendo un gran desconocido lleno de tópicos. Hay que destacar el desconocimiento absoluto del inglés por el 99,9% de la población, no intentéis hablar chino cada símbolo puede llegar a tener hasta ocho entonaciones (y significados) distintos, vete tú a saber lo que le estás diciendo. A pesar de la mala fama que tiene el funcionariado nosotros no tuvimos ningún problema, bien al contrario siempre nos ayudaron tanto como pudieron dentro de sus posibilidades. Otro aspecto a destacar es el enorme turismo interno que invade todas sus atracciones turísticas. Y por supuesto la comida, escorpiones, arroz o berenjenas, cualquier cosa que se te ocurra, todo ello deliciosamente cocinado.

China es un país que a pesar de las reticencias con las que empecé el viaje, me ha dejado muy buen sabor de boca, y muchas ganas de volver. Ya me relamo solo de imaginarme tomando un plato de fideos en algún puesto callejero amenizado por una cerveza Tsingtao bien fresquita.

BEIJING, 4 a 7 de septiembre

Beijing  se fundó el año 1045 antes de nuestra era, y durante 800 años fue la capital de las dinastías Liao, Jin, Yuan, Ming y Qing. La cantidad de edificios y testimonios de la época imperial es impresionante. Dentro de la ciudad hay tres monumentos considerados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad : la Ciudad Prohibida , el Palacio de Verano y el Templo del Cielo, y en sus alrededores están: la Gran Muralla y el Sitio del Hombre de Beijing. Templos, museos, numerosos parques y jardines, la oferta es ilimitada.

 4 de septiembre

Aterrizamos en Pekín alrededor de las 6:00 de la mañana, en un vuelo de Finnair procedente de Barcelona con escala en Helsinki, que nos costo 525€ mas tasas, un precio difícil de mejorar. Por 96 un taxi nos lleva al hotel que ya habíamos reservado previamente por Internet, situado en pleno centro del hutong Sanjing, los callejones que conectan el interior de la ciudad vieja.  Beijing Far East Hotel, TieShuXieJie Xuanwu District. 220 habitación doble con baño, toallas, jabón, cepillo de dientes, tv, nevera, dos sofás. Limpio, aunque con moqueta. Desayuno buffet libre 28 CNY. Quiosco con prensa y refrescos. Agencia de turismo, organiza excursiones a la gran muralla, ópera...

Tras despojarnos de las mochilas y lavarnos los dientes, cambiamos dinero (1€=9,95 ) y nos vamos dando un paseo hasta la Plaza de Tiananmen, que antiguamente era la entrada a la ciudad Imperial. Es una enorme plaza de 800 mts x 420 mts, rodeada de edificios de aspecto socialista, donde destacan el Mausoleo de Mao Zedong, el Monumento a los Héroes del Pueblo, y sobre todo la Puerta de la Paz Celestial presidida por un enorme retrato de Mao. Esta llena de actividad, bullicio, cometas, turistas, y chinos haciéndose fotos frente al retrato de Mao.

Por la Puerta de la Paz Celestial entramos a la Ciudad Prohibida, 60 , en teoría uno de los platos fuertes de la visita a China. Fue la residencia imperial de 24 emperadores durante más de 500 años. Construida entre 1407 y 1420, se dice que trabajaron más de un millón de obreros y cien mil artesanos. Desde la Puerta de la Paz Celestial hasta la Puerta del Valor Militar Divino, pasando por el famoso Salón de la Armonía Suprema , que contiene el trono imperial, el Palacio de la Pureza Celestial , el Jardín Imperial, o alguna de sus 9.999 habitaciones, un vistazo rápido al palacio nos llevo mas de tres horas, y eso que están restaurando casi todos los edificios de cara a Beijing 2008.

Para mi ha sido una de las grandes decepciones del viaje, no es mas que un montón de cemento, ladrillo rojo y tejas amarillas esparcidos en 720.000 metros cuadrados carentes de ningún tipo de vida o encanto. El fiasco es aún mayor si lo comparas con otros palacios asiáticos de su estilo como el Palacio Real de Phnom Penh o el Gran Palacio de Bangkok.

Cansados por el intenso calor y el largo vuelo en avión, vamos al hotel a dormir un par de horas. Acabamos el día en el Templo del Cielo, 35 , construido en 1420 durante la dinastía Ming. El emperador acudía a él dos veces al año, al principio de la primavera para rogar por una buena cosecha, y durante el solsticio de invierno para agradecer al cielo por la cosecha. El altar es una gran plataforma redonda escalonada de mármol blanco rodeada por un muro cuadrado. Es un simbolismo del cielo (redondo) dentro de la tierra (cuadrada). Desde el altar se ven los otros dos edificios destacados: la Bóveda Imperial del Cielo, conocida como la Pared del Eco debido a la particular forma que tiene de transmitir el sonido, y el Templo de las Rogativas por Buenas Cosechas, un majestuoso templo redondo de 38 metros de altura y 30 de diámetro, con un triple tejado azul oscuro.

Volvemos al hotel en taxi, la mayoría de desplazamientos dentro de las ciudades chinas los hicimos en taxi, es cómodo y barato, entre 1 y dos euros desplazamientos de unos treinta minutos. Cenamos dentro del hutong 86 cuatro personas.

 5 de septiembre

Al día siguiente desayuno en el hotel y visita al Palacio de Verano, 50 . A 15km del centro, ocupa casi 300 hectáreas de las que una tercera parte es agua. Construido durante la dinastía Jin, es el Jardín chino por excelencia. Todo el complejo incluye más de 3.000 estructuras, incluyendo edificios, templos, torres, puentes y habitaciones privadas. Paseos en barca por el Lago Kunming, a pie por el Jardín de la Armonía o Suzhou Market St., visitar la Sala de la Benevolencia que usaba como oficina el emperador, visitar cualquiera de los múltiples pabellones que hay en la Colina de la Longevidad , o disfrutar de las vistas desde la cima. Nosotros gastamos un día entero, y se podría estar alguno más.

Por la noche hemos ido a la opera al Teatro Liyuan, 80 . La representación resulta ser una maravilla, una combinación de teatro, música, acrobacias, artes marciales y gimnasia, todo integrado en este género perfectamente combinado y armonizado. Se puede seguir perfectamente pues es subtitulada en ingles, la historia es de lo mas normal, chico conoce chica… Acabamos en un mercadillo nocturno comiendo algunos escorpiones…

Antes de irnos a dormir dejamos contratada en el hotel la excursión de mañana a la Gran   Muralla.

 6 de septiembre

El gran día empieza a las cinco de la mañana, ducha, y desayuno en el buffet libre Desde el hotel una furgoneta (110 ) nos acerca en tres horas a Jinshanling (30 ) a 140 km de Beijing. Estamos a las puertas de La Gran Muralla. Escogemos los tramos de Jinshanling y Simatai, por estar menos saturados de turistas, menos restaurados y seguramente serán más auténticos. Haremos un recorrido a pie de 10 km rodeados sólo de montañas y árboles.

La gran muralla es la obra por excelencia de China. Se empezó a construir hace más de 2.500 años para intentar protegerse de las amenazas de los nómadas del norte. El terreno hacía de barrera natural, y la muralla ofrecía protección y una ventaja de altura desde la que defenderse de los atacantes. Mide la friolera de 6.350 km. de largo, y se dice que es la única obra humana que se puede ver desde el espacio.

El tramo de Jinshanling se empezó a construir en 1368 durante la dinastía Ming. Tras subir una empinada colina alcanzamos la muralla. Esta hecha de piedra y ladrillo, tiene una altura media de ocho metros y un ancho de cinco. Todo el camino esta salpicado de torres de vigilancia, que en algunos casos se usaban también como almacenes de comida, grano o armas. Tras un par de horas caminando conectamos con el tramo de Simatai (40 ). Apenas ha sido restaurado, puede decirse que está en su mayoría como hace 500 años cuando se construyó durante la dinastía Ming. Aquí el camino es más empinado y estrecho, hay pendientes de hasta el 80%, y algunos tramos hay que caminarlos por el exterior de la muralla, debido a su deteriorado estado de conservación.

Todo el recorrido (10 km.) puede hacerse en menos de cuatro horas sin excesivo esfuerzo. Hay que llevar calzado cómodo y ropa ligera, lo más duro será el calor. Pero no preocuparse, durante todo el recorrido hay gente vendiendo agua y refrescos diversos.

Tres agotadoras horas en la furgoneta nos llevan de vuelta al hotel. Ducha, paseo y cena por la zona de Wangfujing Dajie, una zona comercial sin ningún tipo de interés más que la sorprendente profusión de neones que tanto entusiasman a estos chinos.

 7 de septiembre

Ultimo día en Pekín, hoy por la noche cogeremos el tren a Pingyao, mientras aprovechamos para visitar algo más. Cogemos el metro y nos acercamos al Templo de los Lamas  Es el templo budista tibetano más importante fuera del Tibet. Lo encontramos lleno de devotos orando y haciendo ofrendas de incienso y flores de loto. En su origen fue construido como el palacio del príncipe Yongzhen, antes de subir al trono imperial de la dinastía Qing. Cuando Yongzhen se convirtió en emperador, no parecía conveniente permitir que ningún otro miembro de la familia real viviera en su palacio, por lo que se decidió convertirlo en un templo. Lo más llamativo quizás son los grandes molinos de oración junto al Salón de la Eterna Armonía , y en el ultimo pabellón, el Salón de las Diez mil Felicidades, un escultura de Buda de 18 metros tallada en un sólo tronco de sándalo, la mayor del mundo en su género.

Cruzando la calle se encuentra el Templo de Confucio, 10 . Fue fundado en 1302 bajo la dinastía Yuan, y es el segundo más grande dedicado a Confucio después del de Qufu. Se pueden visitar la Academia Imperial , una sala que alberga una buena colección de instrumentos musicales antiguos, y un puente del parque adornado con cientos de estelas con los nombres de los candidatos que superaron el grado más alto del sistema de exámenes confuciano. Tal vez el lugar más importante sea el pabellón donde se conservan varios cientos de estelas de piedra en las que están grabadas las enseñanzas de Confucio. Desafortunadamente las obras de restauración nos privaron de algunas cosas...

En taxi nos acercamos al Parque Jingshan. Es el punto más alto de Beijing, justo al norte de la Ciudad Imperial. Fue construido en 1179 durante la dinastía Jin, y fue de uso exclusivo del emperador durante las dinastías Yuan, Min y Qing (1911). Es un bonito parque imperial, a la entrada hay una exposición de peces y bonsáis, el césped verde y bien cuidado está por doquier, altos árboles, ardillas y flores de todo tipo. Es famoso por albergar más de 200 tipos de peonías entre abril y mayo. Desde lo alto de la colina hay diferentes miradores desde los que contemplar la Ciudad Prohibida , si las obras no lo impiden.

Enfrente de él está el Parque Beihai. Es un milenario jardín imperial de las dinastías Liao, Jin, Yuan, Ming y Qing. Ocupa una extensión de 700.000 m² , donde más de la mitad es agua. ¿Qué ver? El Templo de los Cinco Dragones, el Muro de los Nueve Dragones, la Habitación Jingxin , el Muro Circular, y lo más destacado: la Pagoda Blanca. Es el punto mas alto de la isla Qiong, mide 40 metros de altura, y está toda ella construida en piedra blanca. En su interior hay libros sagrados, ropas y cazos para limosnas budistas, incluso huesos y cenizas de monjes de recta moral y buenos comportamientos. Pasear, comer, beber algo, alquilar un bote... un lugar tranquilo donde relajarse.

Tras una intensa mañana llena de visitas nos acercamos a un restaurante a probar el pato laqueado, una receta que se remonta a la época de la dinastía Ming, y que se sirve en restaurantes desde hace 400 años. Otro de los reclamos turísticos de la capital china. Pasamos a recoger las mochilas y nos dirigimos a la Estación del Oeste. El acceso se hace lentamente debido al apelotonamiento de la gente dejando los paquetes en las cintas de escaneo, subimos a la planta superior donde se encuentran los andenes, y lo recorremos entero hasta llegar al vagón 14 donde se encuentran nuestras literas. Hay 66 camas por vagón distribuidas en compartimentos para seis personas cada uno, dos literas triples. Sábana, toalla, manta y termo de agua caliente, limpio, dos azafatas por vagón, dos lavabos turcos sin cadena y un baño con dos lavamanos. Además pasan carritos con galletas, fruta e incluso carne en salsa. A las 22:00 se apagan las luces.

PINGYAO, 8 de septiembre

Pingyao es una pequeña ciudad de 40.000 habitantes a mitad de camino entre Pekín y Xi'an. Fundada en el siglo XIV, mantiene buena parte de su arquitectura original de las épocas Ming y Qing, además de conservar la muralla original construida en 1370 que rodea el casco antiguo. El ambiente es plenamente feudal, la Torre de la Campana ocupa el centro, las calles están adoquinadas y adornadas con farolillos rojos, las casas son de estilo tradicional con amplios y bonitos patios, hay templos, antiguas oficinas de cambio convertidas en museos, tiendas por doquier, restaurantes... Toda la ciudad, dominada por el color gris de ladrillos y tejas, es un gran monumento. Patrimonio de la Humanidad desde 1997.

La disposición de la ciudad representa una tortuga, símbolo de la longevidad y la paz. La puerta sur representa la cabeza, la puerta norte la cola (lugar donde descarga la lluvia y el alcantarillado), las cuatro puertas a oeste y este son las cuatro patas, y sus cuatro avenidas, ocho calles y 72 callejuelas simulan el dibujo del caparazón.

 8 de septiembre

El tren llega a las 6:00, hace un frío que pela. En el ricksaw que nos lleva hasta el hotel nos quedamos helados. Para colmo nos informan de que una avería eléctrica nos ha dejado sin agua caliente. En fin…  Yamen Hostel, 69 Yamen St., 180 hab. doble, ducha, baño, jabón, cepillo de dientes, peine y gorro para la ducha. Desayuno 18 , café 5 , taza de chocolate 10 . Internet gratis. Ubicado en una casa tradicional construida en 1791, tiene varios patios adornados con farolillos rojos, las habitaciones están amuebladas al estilo Ming y Qing, y se respira un agradable ambiente de paz y tranquilidad. Inglés fluido en recepción. Reserva y compra de billetes de tren y autobús. Pertenece a la cadena YHI.

Pingyao puede visitarse en un día. Para disfrutar de algo más que el placer de pasear por sus calles, y visitar los principales lugares de interés de la ciudad antigua, templos y casas fundamentalmente, hay que sacar un pase de 120 . Una vez comprado visitamos a lo largo del día los siguientes puntos:

Ri Sheng Chang, Xie Dajie 38. Un pequeño negocio de tejidos de finales del siglo XVIII prosperó y se expandió por otras ciudades comenzando a emitir cheques y convirtiéndose en un centro de financiación que daría lugar al primero de los bancos chinos (tongs ). Llego a ser de gran importancia para la economía del imperio Qing (1644-1911). Lei Lütai, gerente de la entidad, gestionaba la administración de decenas de sucursales en todo el país desde una sencilla habitación de menos de veinte metros cuadrados. Hoy convertido en museo, se pueden visitar sus tres patios, cajeros, mas de una docena de habitaciones, y áreas de descanso para clientes vip. Imprescindible.

Bai Chuan Tong, Nan Dajie 109. Antigua casa de cambio convertida en museo de muebles. Además se pueden visitar los antiguos dormitorios, salas diversas, la cocina y un cuarto para tomar el rapé (y probablemente el opio), todo ello equipado y adornado en estilos Míng y Qing.

The Ancient Government Building. Construido en 1346 en estilo Yuan, ha sido reconstruido la mayor parte en estilo Ming. Tiene media docena de patios, una prisión, una sala para la corte, salas de reuniones, zonas residenciales y jardines. Es una copia en miniatura del palacio imperial.

Templo Cheng Huang. Es un templo de profundo sentimiento religioso y cultural en la ciudad. De estilo taoísta, llama la atención el tejado de tejas azules y verdes decorado con múltiples animales y motivos florales típicos de la dinastía Qing. Aunque construido durante la dinastía Song, sufrió serias restauraciones durante las dinastías Ming y Qing. Dentro de sus 7.320 metros cuadrados , hay edificios dedicados a los dioses de la Ciudad , de la Abundancia y de la Cocina.

El Templo de Confucio. Es una reliquia nacional. Data de 1163 y en su interior hay 87 esculturas de Confucio y sus discípulos. El Museo Internacional de Fotografía se encuentra en uno de sus patios.

La antigua residencia de Lei Lutai. (1770-1849) Magnate financiero de la dinastía Qing, fue el fundador del primer banco chino. La residencia se divide en cuatro patios cada uno en diferente estilo arquitectónico.

Las murallas. Tienen 6 km. de largo y 12 m. de altura, están rodeadas de un foso de cuatro metros de ancho y dispone de seis puertas de entrada. Sus setenta y dos torres de vigilancia y tres mil almenas representan los 3.000 discípulos de Confucio y los 72 sobresalientes (discípulos de gran sabiduría).

El último lugar que visitamos, fue una interesante iglesia católica, desvencijada y escondida, que se encuentra al cuidado de una humilde familia. Por unos pocos yuanes de propina os abrirán el candado.

En contra de lo previsto inicialmente pasamos la noche en Pingyao, para salir al día siguiente a primera hora hacia Xian en autobús. Compramos el billete en recepción por 175 . [Sigue]

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